Soltar el bocado que has estado saboreando con tranquilidad durante muchos años es algo jodido. La industria musical ha vivido en una cómoda posición en el pasado pero ahora se ve desbordada por los cambios tecnológicos y las llegadas de nuevas plataformas. Su última disconformidad está relacionada con los servicios de streaming, con YouTube a la cabeza, de los que quieren sacar más tajada.
British Phonographic Industry o BPI es la entidad gestora de los derechos de autor dentro de la industria musical británica. Este organismo no está muy conforme con plataformas como YouTube o Spotify que te permiten escuchar música por muy poco dinero (o gratis). Esta firma y otras grandes discográficas quieren que Europa les apoye en sus pretensiones de luchar contra la piratería y recibir una compensación “justa” por su trabajo.
Al otro lado del charco pero en la misma linea decenas de artistas han presentado en Estados Unidos una petición para que se corrija una ley de copyright que permite que Youtube se beneficie económicamente de que los usuarios suban música con copyright a esta red. Consideran que la ley estadounidense, de 1998, ha quedado obsoleta.
Pero antes de seguir vamos a hacer un breve repaso histórico: Un día de San Valentín de 2005 tres antiguos empleados de la multinacional PayPal registraban un dominio para materializar una idea que tenían en mente. La leyenda dice que el motor detrás de la creación de Youtube fue una búsqueda fallida donde no consiguieron encontrar el video donde Janet Jackson “accidentalmente” mostró al mundo sus pechos en mitad del halftime de la Super Bowl, dejando claro que existía la necesidad de un portal para este tipo de búsquedas, y que es cierto que la mayoría de los geeks van más calientes que una freidora del McDonalds.
En su momento no se les pasó por la cabeza, pero su idea cambiaría la historia de la música para siempre. Unos meses más tarde, el 23 de Abril de 2005 Jawed Karim subía un video de 18 segundos titulado “Yo en el zoo”, el cual lleva 31 millones de visitas desde el nacimiento del portal.
Once años más tarde y dios sabe cuantas horas de video después, Youtube se ha convertido en la segunda web más popular del mundo, por detrás de Google pero por encima de otras como Facebook. Se crea así un universo audiovisual donde encontrar absolutamente TODO tipo de videos, desde “Harlem Shakes” pasando por “ola k ases”, “fail compilations” y por supuesto música. Por si algunos os lo estabais preguntando el video musical con más plays en Youtube es el taladrante ¨Gangnam Style”, lo que deja claro que hay gente para todo en este planeta que llamamos tierra.
Es imposible negar que la plataforma ha cambiado la manera en que la gente consume música, pero ¿qué repercusión tiene esto para la industria? Antes de que el 99% de la música se pudiera encontrar en el portal, los CDs eran el medio más popular que permitía al consumidor escuchar su música favorita; la posibilidad de consumir música online ha cambiado totalmente la manera de actuar de dichos consumidores, y es por todo ello que Youtube se ha convertido en bendición o maldición para la industria.
Obviamente hay muchos sectores de la industria musical que no ven con buenos ojos la existencia de música a la carta, y encima de manera gratuita (hasta ahí podíamos llegar!). Algunos afirman que esta facilidad de acceso nos lleva a una devaluación de la música ya que el poder escuchar un disco ha pasado de ser un privilegio por el que pagabas a prácticamente un derecho. Es por ello que muchos artistas y discográficas afirman que ellos no obtienen ningún beneficio de las reproducciones de su música online, todo esto con su consecuente pataleta, lloriqueo y demás.
Esto sin embargo no es totalmente correcto como podéis suponer la mayoría de los espabilados lectores de esta modesta web musical que es TheBasement. Desde su lanzamiento en 2005 Youtube ha generado más de 3 billones de dólares para la industria musical, todo ello en forma de royalties y servicios publicitarios. Paralelamente el streaming de video se ha convertido en la forma de vida de diferentes “youtubers”. Algunas estrellas del portal como PewDiePie se mete a la saca 1.5 millones al mes (sí chaveles, de dólares). Paralelamente Youtube ha diversificado sus ingresos creando una plataforma de streaming musical muy parecida a Spotify Premium, así que los billetes no van a dejar de llover.
Pero en mi humilde opinión (y la de mucha gente que sabe de esto) lo que Youtube le ha “quitado” a la industria en beneficios, se lo ha devuelto multiplicado por 10 en oportunidades. Youtube ha sido para muchísimos artistas emergentes la plataforma donde poder lanzar sus carreras, ganar exposición y darse a conocer al mundo. Nos caiga como una patada en el culo o no, artistas como Justin Bieber pasaron de subir videos versionando a Chris Brown a llenar estadios por todo el planeta, todo esto demostrando el poder de Youtube. La plataforma le proporciona al artista una audiencia global a la que en principio no tendrían acceso, por ejemplo, cuantos artistas habéis conocido a través de los videos de Boiler Room en Youtube?.
En esta era digital en la que vivimos la idea de que la industria musical no está ganando dinero, o que no necesita a Youtube o cualquier otra plataforma similar no es mas que un engaño. Sí es cierto que han bajado los beneficios (si centramos nuestra atención únicamente en la venta de CDs), pero no debemos olvidar que gracias a estos portales se ha conseguido que la música sea más accesible, inclusiva, permitiendo la los talentos emergentes la autopromoción de sus obras.
Quizás Youtube ha convertido la industria en algo más que un simple “dime a quién conoces” transformándola en algo tipo “cuelga tu trabajo en la red y veamos si funciona”, lo que desde luego se acerca más a lo que nosotros entendemos que tendría que ser el arte.