Si amigos y amigas, es cierto. La edición del Sónar 2019 ha sido una de las más complicadas en su historia. El cambio de fecha pasando de Junio a Julio, la cancelación de la visita de ASAP Rocky por problemas con la ley, la huelga de montadores… el camino se llenó de baches pero con todo y esto, Sónar Barcelona sigue estando en el podium de festivales españoles.

En esta edición siguió la tendencia de adiciones de géneros urbanos al line up del festival. Vimos como Bad Gyal pasaba del Sonar XS de hace unos años, a ocupar el Sonar Village en hora punta. Vimos la irrupción de Bad Bunny en el Main Stage de la noche, vimos como Skepta o Stormzy destrozaban sus respectivos slots a ritmo de grime, o como la entreda de Cecilio G a caballo se convertía en uno de los trending topics del festival.

Pero todo este urbanismo no quiere decir que fue lo único, ya que la música electrónica siguió siendo protagonista durante gran parte del festival.

Los tres días y dos noches dejaron un gran sabor de boca para los amantes del house y el techno con tremendos sets a cargo de algunos de los nombres más en forma de la escena internacional.

Entre todos los distintos escenarios y apretados horarios, nos quedó tiempo y espacio para disfrutar de un buen puñado de actuaciones destinadas al baile entre las que destacamos la buena amalgama de techno a plena luz del día de Leon Vynehall, un back to back un tanto forzado entre Peggy Gou y Palms Trax que parecían estar reñidos pero que musicalmente estuvieron formidables, otro back to back entre Louie Vega y Honey Dijon en el que si que vimos una gran conexión, un set extraordinario bajo una total oscuridad de Four Tet, el set extendido de 6 horas de Floating Points, un set un tanto comercial pero muy bailongo por parte de Disclosuer… y el mejor set de todo el festival firmado por Jarreau Vandal en el que hip hop, R&B, house, electro e incluso rock se dieron la mano para prender la pista de uno de los escenarios oudoor del viernes noche.

Un resumen rápido para volver a constatar que pese a lo que digan muchos, el Sónar sigue siendo el rey de los festivales en España, le pese a quien le pese.

Larga vida al Sónar!

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